El cyclamen es la planta que reina en los fríos días de invierno, es de las pocas especies que florecen en esta estación, siendo el exceso de sol y calor peligroso para la vida de esta especie incluso llegando a marchitarla.
Dentro del género cyclamen se pueden encontrar unas 15 clases, aunque su espécimen original es el Cyclamen Persicum, oriundo del Medio Oriente.
También se le conoce como la violeta de los Alpes, sus colores van del blanco al morado, pasando por tonos de rosas, bicolores y rojos, junto con sus pequeñas hojas verdosas. Llegando a medir alrededor de 30 y 40 cm.
Consejos para el cuidado del Cyclamen
La época idónea para sembrar el cyclamen es a mediados de verano ya que así podremos disfrutar de la apertura de sus coloridos pétalos empezado el invierno. Es importante ubicarla lo mejor posible para evitar que se acorte su ciclo de vida, se debe buscar la habitación más fresca, con preferencia un lugar luminoso pero nunca con sol directo. Al realizar el riego hay que evitar mojar el bulbo, las hojas y las flores, el exceso de humedad en la tierra provocará que se descomponga, suponiendo el marchitamiento de la planta.
Su multiplicación se produce principalmente por semillas, sin embargo su germinación es muy lenta llegando a tardar hasta 7 semanas en germinar y florece luego de 10 o 12 meses. Al terminar su temporada de floración, simplemente hay que podar las hojas amarillas y flores secas. También conviene cortarla a ras de tierra si hay sequedad o sí el frío la marchita.
Problemas habituales del cyclamen
Si el cyclamen no florece, puede deberse por una mala iluminación o falta de nutrientes. Puede recuperarse muy fácilmente, con cambiarlo de lugar y abonar periódicamente, en poco tiempo podría verse su mejoría. En caso de que sus hojas se amarilleen y caigan, seguramente se deba a un choque de calor, su temperatura ideal ronda en los 7 y 15 ºC, la solución más rápida es cambiarlo de lugar a uno más frío o al exterior.
El botrytis es el hongo más común de esta planta, se presenta en modo de pelusa en los tallos o en las hojas, comenzando a pudrirse. La manera de evitar su aparición es mantenerla aireada constantemente. Si ya está presente en la planta hay que utilizar un fungicida especial para combatirlo.
Curiosidades
• El cyclamen resulta tóxico para el ser humano. Su tallo contiene una sustancia venenosa llamada “ciclamina”; que al contrario con ciertos animales no les genera daño físico (el puerco espín y el cerdo son un ejemplo de ello).
• Curiosamente, el cyclamen persicum, empezó a ser comercializada en España alrededor del año de 1940, por Rudolf Klobuznik. Quien al trasladarse a Madrid empezó a cultivarlas hasta que se adaptaron al clima de la ciudad.
• Todas las especies silvestres del cyclamen están incluidas en el Convenio sobre Tráfico Internacional de Especies Amenazadas (conocido por sus siglas en inglés, CITES), solo se pueden recoger con permisos especiales.
• En Japón es considerada la flor sagrada del amor, contradictoriamente en algunos lugares se refieren a ella como “la planta de la desconfianza”.
