Lotus dorycnium, conocida como trébol rastrero, bocha blanca o badassi, es una leguminosa perenne de notable adaptabilidad, perteneciente a la familia Fabaceae. Con distribución mediterránea, esta especie destaca por su valor ecológico en la restauración de suelos y su resistencia a condiciones ambientales extremas, consolidándose como un recurso clave en sistemas agroforestales sostenibles.
Morfología y características botánicas
Arbusto de porte variable —desde postrado hasta ascendente— que alcanza entre 30 cm y 1.5 m de altura. Presenta tallos leñosos en la base, ramificados y de textura serícea, con hojas compuestas imparipinnadas que alternan entre 2 y 5 folíolos. Estos folíolos, de 8 a 25 mm de longitud, muestran forma lanceolada u oblanceolada con ápice mucronado, superficie pubescente y tonalidades glaucas en el envés. Las inflorescencias, agrupadas en glomérulos axilares o terminales, despliegan entre 5 y 20 flores papilionadas de 4-6 mm, con corolas blanquecinas o rosadas adornadas por venas purpúreas en el estandarte. Los frutos son legumbres ovoides de 3-5 mm, de color pardo-púrpura al madurar, conteniendo 1-2 semillas reniformes con patrones moteados.
Distribución y hábitat
Endémica de la región mediterránea occidental, se distribuye desde la Península Ibérica hasta Turquía, ocupando altitudes entre el nivel del mar y 2,200 metros. Coloniza matorrales xerófilos, pastizales secos, taludes y bordes de caminos, mostrando preferencia por sustratos calizos o silíceos con pH neutro a alcalino. Su capacidad para establecerse en suelos pobres, pedregosos y con escasa materia orgánica la convierte en pionera en la recolonización de áreas degradadas.
Importancia ecológica y usos
Como leguminosa fijadora de nitrógeno, Lotus dorycnium mejora la fertilidad edáfica mediante simbiosis con rizobios específicos. Su sistema radicular pivotante —profundizando hasta 2 metros— estabiliza taludes y previene la erosión, mientras que su follaje sirve de refugio a microfauna del suelo. En agricultura, se emplea como cubierta vegetal en cultivos leñosos (olivar, almendro), reduciendo la evaporación y aportando materia orgánica al descomponerse.
En jardinería sostenible, su tolerancia a la sequía (xerófita obligada) y bajos requerimientos nutricionales la hacen ideal para xerojardines. Las variedades de porte postrado se utilizan como tapizantes en rocallas, mientras que las formas arbustivas integran setos informales. Sus flores atraen abejas y mariposas, potenciando la biodiversidad urbana.
Manejo y propagación
Prefiere exposiciones soleadas y suelos con drenaje excelente, soportando temperaturas desde -10°C hasta 40°C. El establecimiento inicial requiere riegos semanales en verano, reduciéndose a cero tras el primer año. La poda de formación en primavera —eliminando un tercio de la longitud de las ramas— favorece un porte compacto.
La multiplicación se realiza mediante semillas estratificadas (4 semanas a 4°C) sembradas en otoño, o por esquejes semi-leñosos en verano. Presenta alta tasa de autosiembra en condiciones adecuadas, aunque el control de plántulas es sencillo debido a su crecimiento lento inicial.
Preguntas frecuentes
¿Es apta para suelos arcillosos?
Solo en pendientes pronunciadas que eviten encharcamientos. Prefiere texturas francas o arenosas con más del 70% de material grueso.
¿Atrae plagas comunes del jardín?
Su contenido en taninos reduce el ataque de pulgones y cochinillas, aunque puede hospedar larvas de lepidópteros nativos sin impacto estético.
¿Cómo diferenciarla de Lotus corniculatus?
Las flores de L. dorycnium son totalmente blancas/rosadas (vs. amarillas en L. corniculatus) y sus folíolos presentan pubescencia adpresa (vs. glabros).
¿Es adecuada para revegetar minas?
Sí, especialmente en escombreras calcáreas, combinada con gramíneas como Brachypodium retusum. Requiere inoculación con rizobios específicos.
¿Qué fauna beneficia?
Sus néctar atrae a abejorros (Bombus terrestris), mariposas como Colias crocea, y sus semillas son consumidas por aves granívoras como el verdecillo (Serinus serinus)
