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Estas plantas denominadas Cactus pertenecen a la familia de las cactáceas, o sea, son las que almacenan agua en sus tejidos para adecuarse a los entornos calurosos y secos donde crecen. Asimismo, son especies muy resistentes que necesitan de muy pocos cuidados. Gran parte de los cactus protegen ese almacenamiento de agua a través de púas y, si bien se parecen mucho unos a otros, existen muchos tipos y diversidades.

Por su parte, las crasas protegen el depósito de agua que requieren para subsistir en hábitats secos y de mucho calor, a través de hojas dentadas, tallos en figura de aguijón o mediante savia irritante que emanan para evitar que un herbívoro se beneficie del líquido reservado en el tallo.

Regado

Cuando la planta comienza a nacer, al momento de dispersarse las heladas y darle paso a la primavera, es el instante de comenzar a regar con cierta periodicidad, lo recomendable es una vez cada diez o doce días. Progresivamente, se puede incrementar la frecuencia hasta alcanzar los meses más calientes, donde el regado ha de ser cada cuatro u ocho días, de acuerdo a la zona. Ya en otoño se inicia la reducción de la frecuencia de riego, aplicándose cada ocho o diez días, y aumentando el ciclo gradualmente, para que las plantas inicien su período de reposo, hasta reducir al máximo el riego durante los meses de diciembre y enero, donde podría aplicarse con poca abundancia cada veinte o cuarenta días en la etapa más fría.

Vale destacar que en temperaturas por debajo de los 10ºc no es aconsejable regar los cactus, en vista de que tienden a pudrirse.

Cuidados estándar

Como técnica de regado se aconseja aplicar un regado que bañe toda el área del suelo, en vez de riegos superficiales que no alcanzan apropiadamente las raíces. Se debe permitir que la tierra seque bien entre riegos.

Temperatura

A lo largo del invierno no deben permanecer en espacios cerrados y calientes, en vista de que las temperaturas por encima de los 20ºC impedirían que se llevara a cabo el reposo invernal, el cual es imprescindible para los cactus. Se debe considerar que la mayor parte de los cactus no toleran temperaturas más bajas de los 7ºC. Igualmente, el suelo donde se siembren o en su entorno, no deben encontrarse frío y humedad.

Luz

Si bien todos los tipos de cactus requieren abundante iluminación, no todos resisten la luz directa del sol. Es una regla que los tipos de cactus que presentan pelos, fuertes espinas o gran cantidad de ellas, necesitan luz directa; en tanto que las especies de escasas espinas, así como las crasas, necesitan de algo de sombra, así como de ventilación. 

Abono y sustrato

Aunque los cactus resisten suelos secos, al sembrarse en un suelo más nutrido, su desarrollo será más potente y sus flores más llamativas.  Las propiedades de un sustrato modelo para cactus son porosidad, parcial riqueza de nutrientes, cierta conservación de humedad, y un pH próximo a 6. Hay tierras específicas ya preparadas para cactus. Asimismo, existen fertilizantes concebidos especialmente para estas especies. 

Trasplante

Al momento de dejar de crecer la planta, adquirir un color extraño, o brotar raíces por los orificios de drenaje, quiere decir que urge su trasplante. La maceta de reemplazo debe ser un poco más grande que la anterior, y de barro preferiblemente. Al fondo de la maceta debe aplicarse un manto de drenaje compuesto por gravilla, tierra volcánica y arlita o arcilla expandida. 

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