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Día de la Madre en Viveros Shangai

Si decides dedicarte al cultivo de plantas  fáciles de mantener y que al mismo tiempo te aporten grandes beneficios, dirígete al nuestro vivero donde podrás conseguir los siguientes árboles frutales: Ciruelo, Melocotonero, Naranjo y Níspero. A continuación encontrarás algunas de sus características y cuidados:

Ciruelo

El Prunus doméstica conocido popularmente como “Ciruelo”, pertenece a la familia Rosaceae. Es una planta mediana de origen asiático que generalmente no sobrepasa los seis metros de altura aunque en algunas especies puede llegar alcanzar los diez metros. El Ciruelo es ampliamente cultivado por su abundante producción de frutos de agradable sabor y múltiples propiedades medicinales, por ser de gran utilidad en la gastronomía y por su capacidad para soportar condiciones extremas de clima, humedad y facilidad para crecer en terrenos poco profundos.

El árbol de ciruelo se caracteriza por su tronco de corteza pardo azulada lisa o agrietada y hojas oblongas, aserradas y de color verde, además de flores blancas que aparecen en solitario o en pequeños ramos. Contiene un fruto comestible de color amarillo, rojo o violáceo  muy rico en proteínas, vitaminas A, B1, B2, B3, B6, C, E, K,  así como en calcio, hierro, magnesio, potasio, sodio y zinc que son favorables para el organismo gracias a sus propiedades laxantes, depurativas y antioxidantes.

Existen muchas variedades de ciruelo las más conocidas son: las japonesas y americanas que requieren  controles en temperatura y humedad para su desarrollo en comparación con las europeas que  son resistentes al frío. En España entre las más cultivadas se encuentran: Golden Japan, ciruelo japonés de mucha fertilidad y frutos amarillos que se desarrollan muy rápidos; Santa Rosa de frutos grandes de piel roja; Reina Claudia verde, frutos de color verde,  y el Reina Claudia de Oullins de fruto poco azucarado de color verde claro y dorado.

Si desea disponer de un árbol de ciruelo tome en cuenta lo siguiente: se debe plantar en ambientes templados o fríos durante la temporada de primavera, la manera más práctica de hacerlo es mediante  injertos que se pueden adquirir en los viveros, son de rápida producción en comparación con los ciruelos cultivados por semillas que requieren  tres meses de refrigeración para poder sembrarlas. Se recomienda  podar ramas en árboles jóvenes con el fin de obtener  frutos en forma rápida, regar una o dos veces por semana a menos que sea invierno, añadir gran cantidad de abono y nutrientes al terreno antes de cultivar y durante los cambios de estaciones.

Melocotonero

El Prucus pérsica comúnmente se le conoce como “Melocotonero” aunque existen lugares que le dan el nombre de “Duraznero”, originario de China, pertenece a la familia Rosáceae. Es un árbol frutal pequeño que generalmente no llega alcanzar los seis metros de altura, florece de forma espectacular sin haber aparecido todavía sus hojas y siempre entra en productividad de manera muy rápida de modo que cuando tiene dos o tres años de vida comienza a dar sus frutos.

El Melocotonero es un  árbol de  hojas de color verde brillante, lanceoladas y borde aserrado, con flores de color rosa a rojo que se presentan agrupadas o en solitario y florecen a finales de invierno o comienzo de primavera, además contiene un fruto comestible con piel aterciopelada y un hueso en su interior que es la semilla, existen muchas variedades pero por lo general se suelen clasificar en los que tienen carne fácilmente separable del hueso en “prescos o priscos” y los que tienen la carne bien adherida y resulta imposible de despegar en “pavía”.

El árbol de melocotón puede soportar fuertes heladas, el mejor momento para plantarlos es a principios de invierno, requiere de suelos sueltos, profundos y de muy buen drenaje. El cultivo mediante semillas se emplea únicamente para crear nuevas variedades, pues la plantación del fruto genera unos melocotoneros débiles y la flor se tiende a atrofiar, por ello la multiplicación se hace casi siempre mediante injertos, los que crecen en recipientes se pueden plantar durante todo el año especialmente en época de otoño.

El crecimiento del melocotonero dependerá plenamente de los siguientes cuidados, se recomienda plantarlo en zonas donde reciba los rayos de sol de manera directa por tratarse de un árbol que necesita de mucha luz solar para su desarrollo, regarlo constantemente antes de la cosecha durante toda la estación, el riego por goteo es el más adecuado, tenga en cuenta que estas plantas necesitan de muchos nutrientes para su desarrollo, por lo tanto es importante agregar un fertilizante que contenga nitrógeno y podar las ramas de modo de facilitar la producción de sus frutos. 

Naranjo

El Citrus sinensis se conoce como “Naranjero”, es una planta originaria de China de tamaño mediano de tres a cinco metros de altura, aunque puede llegar a medir hasta trece metros, pertenece a la familia de las rutáceas, se desarrolla bien en climas suaves y cálidos, se caracteriza por su tronco derecho y cilíndrico, hojas de color verde, medianas, alargadas con una base redonda y terminación en punta.  

Este árbol produce flores hermafroditas de pétalos blancos y aroma espectacular que se presentan en pequeños racimos o de forma solitaria durante la primavera, además contiene un fruto dulce  apropiado para el consumo a diferencia del amargo que es poco comestible y se utiliza  más como árbol ornamental o para fines medicinales. 

Existen muchas variedades del naranjo entre los grupos más conocidos se encuentran: Grupo Navel, frutos grandes de pocas semillas, rápido desarrollo y agradable sabor; Grupo Blanca, son las más cultivadas por sus frutos de buena calidad y gran sabor; Grupo Sanguina, pigmentos característicos en la corteza y pulpa del fruto que le dan su color rojo; Grupo Sucreñas, frutos poco ácidos y con bastante jugo.

Cuidados:  Al plantar un naranjo  se debe tomar en cuenta que son árboles con baja resistencia al frío, por eso se recomienda hacerlo en primavera a profundidad en suelos arenosos y en lugares soleados.  Los naranjos jóvenes necesitan regarlo dos veces por semana durante periodos cortos, para los adultos dependiendo de las condiciones del ambiente pueden necesitar un poco más de riego  por día, tras la recolección se deben podar en primavera eliminando ramas muertas, débiles o enfermas  y abonar con un compuesto a base de  nitrógeno para un mayor crecimiento del árbol. 

Níspero

El Eriobotrya japónica se le conoce popularmente como Níspero japonés, procedente de China, pertenece a la familia de las rosáceas. Este árbol frutal puede alcanzar hasta los diez metros de altura, se caracteriza por su tronco de forma cilíndrica, grueso y fuerte cuya coloración  varía desde el gris hasta el negro intenso según las estaciones del año, además de hojas grandes, largas, onduladas que caen durante todo el año haciendo que el árbol se mantenga verde durante todas las estaciones.

EL árbol de Níspero contiene flores pequeñas y blancas de agradable aroma que se presentan en forma de ramillete, además de un fruto pequeño comestible de sabor dulce que contiene una semilla de color marrón en su interior, rico en vitaminas A, B y C., fibras y minerales que aportan grandes beneficios para la salud del organismo.

En la actualidad existen variedades de nísperos, los más conocidos pertenecen a dos grupos, los japoneses que producen frutos con más rapidez de cáscara clara, sabor suave y menos semillas y  los chinos que poseen un color más oscuro tanto en la cáscara como en la pulpa y un sabor más dulce e intenso.

Cuidados:  Tome en cuenta que es un árbol resistente al frío, necesita de suelos arenosos y  poca cantidad de agua para crecer y dar frutos, se recomienda regarlo a menudo en su época de floración, abonar con compuestos especialmente de fósforo y potasio sobre todo en sus fases iniciales de crecimiento, y retirar las ramas y hojas en mal estado o que impidan el crecimiento de otras. 

Se puede cultivar por semillas, o por medio de injertos. En caso de semillas el árbol tarda entre ocho y diez años a dar sus primeros frutos, mientras que por injerto este tiempo se reduce a dos años. El injerto es recomendable realizarlo a finales de invierno o inicios de la primavera. 

Estos árboles frutales de fácil cultivo y pocos cuidados, son muy conocidos en España gracias a sus abundantes frutos poseedores de un gran número de propiedades que aportan grandiosos beneficios tanto a sus agricultores como a sus consumidores.

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